No importa que tan fuerte sienta la música, sino cuán profundo la escucho.
Que tanto me adentro en ella...la manera de recorrerla, de reconocerla como mía.
No creo en una cuestion acústica-auditiva-física, sino en algo mas allá de alguna razón.
Por supuesto, al igual que el amor es una liberación de sustancias químicas ordenadas por el cerebro (atracción o repulsión). Me puedo enamorar de una canción que a otra persona le desagrade totalmente.
La armonía, es lo que se comparte.
Las atonalidades, las diferencias que siempre llevan a algun lugar o conciliación.
Las melodías, las palabras.
Los silencios, los momentos donde no hace falta otra cosa.
El ritmo, el tempo, compases rengos, compases pares.
y claro...la doble barra.
luego de eso no hay mas armonía, melodía o ritmo. el fin.
Algunas canciones poseen indicadores de "da capo" sugiriendo volver al principio...algunas.
La música y el amor se diferencian en que ella siempre gusta de mi. Es correspondida.
La música suele doler...
La armonía, es lo que se comparte.
Las atonalidades, las diferencias que siempre llevan a algun lugar o conciliación.
Las melodías, las palabras.
Los silencios, los momentos donde no hace falta otra cosa.
El ritmo, el tempo, compases rengos, compases pares.
y claro...la doble barra.
luego de eso no hay mas armonía, melodía o ritmo. el fin.
Algunas canciones poseen indicadores de "da capo" sugiriendo volver al principio...algunas.
La música y el amor se diferencian en que ella siempre gusta de mi. Es correspondida.
La música suele doler...
...y yo suelo odiar a la música, por que la amo.
Pablo. 16/06/2008
1 comentario:
Hermosas palabras.. Nada que decir.. exelente! =)
Publicar un comentario