lunes, 28 de julio de 2008

Almohadas

- Franco (8 años): "Cuantas almohadas que tenés para dormir. ¿te sentís solo de noche?"

... (silencio) ...

- Franco, obstinado: "¿tenés miedo?, yo antes también dormía con muchas.

- Yo (evitando pensar): "No, no tengo miedo, estoy cómodo así"

- Franco: Te va a hacer mal. ¿me prestas la compu?

- Yo (riendo): sí.

...

(...arriegué pensar en su exposición...)
¿Será una forma inconciente de ocupar el aislamiento que hoy sufre mi lecho, que alguna vez fué habitado por otro elemento solido y palpable, similar al de una almohada?.

¿me siento solo de noche? ¿guardaré miedos?.

Deben encontrarse algo de esas emociones en mi tesón por mantener la cama ocupada de almohadas rellenas de miedos y destierros.

Lo cierto es que los chicos tienen esa capacidad de manifestarse ante sus dudas, con una inocencia muchas veces sanguinariamente cruda, que yo, personalmente, envidio.

Pablo. 28/07/2008

lunes, 7 de julio de 2008

Teoría del sandwich de miga.


Si los sandwich de miga son simples, ¿por qué tienen dos capas de pan?
¿Será porque tienen una sola capa de relleno?

...bien, entonces...

¿los triples no deberían ser dobles?.
O bien, si son triples por tener tres capas de pan,
¿los simples no deberían ser dobles?
...

Ahora comprendo algo mas de nuestra naturaleza:

¿cómo vamos a poder resolver problemas sociales, culturales, ambientales, religiosos, políticos, etc. si aún tenemos que solventar cuestiones como estas?!!

Quiero decir, quizás el mundo gira tan rápido que pasamos al próximo
problema sin antes terminar de resolver por completo algunos fundamentos básicos,
no notamos la falta de propiedad en lo que decimos.

Luego, la acumulación de éstos "pequeños" problemas genera el caos mundial total como el que hoy albergamos.
...
Sin embargo, a veces, cuando las cosas desde su concepción están mal hechas, es mas seguro continuar pidiendo el sandwich de miga como hace cientos de años que atreverse a preguntarle por teléfono al delivery estos dilemas existenciales.

Cabos Sueltos II

Apreciar la verdad y perdonar el error requieren testiculos.